¿ Qué ver en Eslovenia en 3 días ?

Publicado el 31, marzo 2020

Día 1

Volamos a Bolonia para hacer por carretera dos horas hasta la frontera entre Italia y Eslovenia. Los vuelos de Ryanair a Venecia y Bolonia son dos muy buenas opciones para llegar a Eslovenia debido a su cercanía con Italia. A primera hora de la mañana , después de desayunar, cruzamos y llegamos a nuestra primera visita del día, El castillo de Predjama. Nos quedaba de paso hasta Liubliana y aunque no entremos, vimos desde fuera el lugar , sacamos unas fotos y volamos un poco el dron. El lugar es impresionante y vale la pena parar aunque sea unos minutos.

Eslovenia es un país bastante pequeño y con no demasiado tráfico, por lo que las distancias no son tan largas como en otros lugares.

Nuestra siguiente visita era la capital. Seguimos a Liubliana y aparcamos a un kilómetro y medio del centro de la ciudad, para así recorrerla a pie y no pagar el parking. Entramos por el parque Tívoli. Allí vimos a mucha gente hacer ejercicio y pasear a sus mascotas. También se encuentra un famoso restaurante donde sirven hamburguesas de caballo.

Continuamos caminando al centro de la ciudad donde comimos en un McDonalds y llegamos al famoso puente de los dragones. Veremos dragones por toda la ciudad ya que es el emblema de la ciudad. El ambiente era muy juvenil y es debido a que Liubliana es considerada una ciudad universitaria.

Caminamos hasta llegar al funicular que nos llevó hasta el Castillo de Liubliana. Es uno de los lugares más turísticos de la ciudad y una mirador perfecto para ver la ciudad desde arriba.

Tras estar un rato arriba, bajamos y fuimos en dirección de Metelkova Mesto. Un pequeño barrio en el que algunos artistas plasmaron su arte en cualquier objeto o pared del lugar. Allí se encuentra el Hostal Celika, una antigua cárcel que ofrece a los viajeros dormir en una celda. Fue restaurada e inaugurada en 2003.

El lugar es de aspecto un poco hippie y se recomienda visitarlo durante el día, ya que por la noche se puede convertir en algo peligroso.

Al salir de Metelkova Mesto empezamos a hacer el recorrido de nuevo hasta nuestro coche para salir a Bled, donde teníamos un Airbnb para pasar la noche y al día siguiente a primera hora visitar el famoso lago.

Día 2

Nos levantamos en Bled maravillados del lugar en el que estábamos. Pasaríamos semanas aquí paseando y disfrutando de los increíbles paisajes del lago. Como no teníamos mucho tiempo, desayunamos unos sandwich que habíamos comprado en un supermercado la noche anterior y pusimos rumbo hasta el lago Bled. En el lago hay varios parkings donde poder dejar el coche unas horas. Eso sí, todos son de pago. Recorrimos un lateral del río en dirección a los famosos miradores de Ojstrica y Osojnica. Nosotros fuimos al primero, lugar donde se encuentra el famoso banco de madera y está ideal para sacar unas fotos.

El mirador según los carteles está a 20 minutos, pero realmente tardamos el doble. Es algo dura la subida hasta llegar arriba. Además en nuestro caso había llovido el día anterior y era muy difícil caminar con las hojas mojadas en el suelo. Cuando llegamos arriba sin duda valió mucho la pena el esfuerzo. Es uno de los paisajes más bonitos que hemos visto en nuestros viajes. Sin duda Eslovenia nos había enamorado.

Después de un rato allí bajamos y cogimos el barco que nos llevó a la pequeña isla en medio del Lago Bled. Allí solamente hay una pequeña iglesia y poco más. El viaje cuesta 12 euros por persona y entrar a la iglesia 6 euros. Nosotros a la iglesia no entramos ya que nos habían comentado que no valía mucho la pena. No nos dio tiempo de visitar el castillo que se encuentra en la montaña del propio lago.

Regresamos al coche y pusimos rumbo a las Gargantas de Vingtar. Volvimos a comer del supermercado ya que las horas de sol eran pocas y queríamos aprovechar antes de que anocheciera.

Las gargantas de Vintgar son unos cañones por el río Rodovna donde podrás recorrer un kilómetro y medio entre aguas verdes , cascadas y rocas impresionantes. Está a unos 10 kilómetros de la ciudad de Bled. En la entrada hay parking, no hagan como nosotros que aparcamos a casi dos kilómetros. Vimos un cartel que ponía parking gargantas de Vintgar y ahí dejamos el coche, al igual que otros dos grupos de personas. Pues resulta que se encontraba bastante lejos de donde dejamos el coche.

Al salir fuimos a Bled y cenamos en la pizzería Rustika. Nos gustó mucho, muy barata y recomendable. Regresamos a la habitación para descansar y preparar el siguiente día en el quedaban un 100% de probabilidad de lluvia.

Día 3

Nuestra idea era ir al lago Bohinj y luego coger el tren de coches para visitar la zona de las Gargantas de Tolmin. Como cada día, madrugamos bastante y llegamos al lago Bohinj temprano. La lluvia no paraba, casi no pudimos bajar del coche. Después de pensarlo mucho decidimos cambiar de itinerario y desplazarnos a Piran, donde el tiempo parecía que estaba mucho mejor.

Tras unas horas de carretera llegamos a Piran. En el interior de la ciudad no pueden entrar coches por lo que aparcamos en uno de los parkings que hay en el exterior y cogimos un minibus gratuito que nos dejó en el centro de la ciudad.

Esta ciudad recuerda mucho a Venecia y es de las pocas ciudades de costa del país. La plaza Giuseppe Tartini junto a su muelle y la iglesia de San Clemente son los lugares más conocidos de Piran. Nosotros disfrutamos a pie de sus callejones, subimos al campanario de la iglesia, paseamos junto al muelle y sobre todo, disfrutamos de una ciudad que bien se podría pensar que es italiana.

Allí pasamos la mañana y a la hora del almuerzo entramos en uno de los innumerables restaurantes de pescado que había. Almorzamos y recargamos fuerzas para continuar nuestro viaje. En este caso volvíamos a Venecia para dormir y recorrer durante un día la ciudad.

El plan principal era dedicarle más tiempo a Eslovenia y no visitar Venecia, pero a veces la meteorología no es la esperada.