Día 1: Ammán – Aljun – Jerash

Publicado el 16, mayo 2019

Por fin tras meses de preparación comenzaba nuestro viaje por Jordania. Llegamos la noche antes bastante tarde y nos trasladamos directamente a nuestro hotel en Ammán, el Boutique Ammán

La situación del hotel es bastante buena, ya que se encuentra a un kilómetro andando de la Ciudadela.

Madrugamos bastante y ahí comenzó nuestro primer día de viaje. En el mapa nos parecía fácil recorrer ese kilómetro, pero la Ciudadela se encuentra en lo alto de una de las colinas de Ammán, por lo que se nos hizo bastante largo el camino hasta llegar a la entrada.

Ammán es una ciudad que cuenta con casi 4 millones de habitantes, siendo la más poblada del país, y donde se hace algo difícil la conducción. Nosotros alquilamos nuestro coche al salir de la ciudad y fue todo un acierto.

El horario de apertura es de 8:00 a 17:00 horas y tiene un coste de 3 JOD. Si se posee la Jordan Pass no sería necesario pagar esos 3 JOD extras.

Este complejo arqueológico tuvo varios nombres antiguos, siendo Filadelfia , que se lo dieron los griegos, el más conocido. La época de mayor gloria de la ciudad fue durante el Imperio Romano, donde fue una de las ciudades de la Decápolis.

El monumento más importante que encontramos son las columnas del templo romano de Hércules, construido en honor al Emperador Marco Aurelio. Se encuentra muy cerca de la entrada y es donde más gente se acumula.

El lugar no es muy grande y en una o dos horas se puede recorrer por completo. Destaca también el Palacio de Omeya o el Museo Arqueológico.

Ammán se encuentra en una de las colinas, por lo que tiene unas vistas increíbles al Teatro Romano y a la propia ciudad.

Tras visitar la Ciudadela pusimos nuestro google maps para recorrer otro kilómetro que nos llevaría hasta el Teatro Romano.

Después de pensarlo mucho y sacar cálculos decidimos coger un taxi para lo que nos quedaba de día y así combinar nuestra visita al Teatro Romano, a los Castillos de Adjun y a Jerash. Sin conductor nos hubiera sido imposible recorrerlos en el mismo día.

Por 30 JOD cada uno cerramos el precio y nos llevó al segundo lugar del día, el Teatro Romano.

Éste lugar fue construido en el siglo II y albergaba a 6500 personas. Podemos encontrar tres niveles de gradas muy bien conservadas, eso sí, con bastante desnivel.

Lo recorrimos muy rápido, en unos 40 minutos ya habíamos terminado nuestra visita. El horario de apertura es de 8:00 a 16:00 y tiene un coste de 2 JOD ( incluido en la Jordan Pass).

Concluimos nuestra mañana en Ammán para dirigirnos con nuestro taxista hasta el Castillo de Aljun, muy cerca de Jerash.

Este castillo fue construido para controlar las minas de hierro de la zona y disuadir a los francos de invadirla. Dominaba las rutas principales que llevaban al valle del Jordán, por lo que fue un lugar estratégico en la época.

El lugar nos gustó, pero si se dispone de poco tiempo se puede suprimir y ampliar la visita en Jerash.

Terminamos nuestra visita pero antes paramos a comer en un restaurante que teníamos a 5 minutos de la entrada principal de la ciudad. Elegimos la opción de buffet ya que al ser el primer día no queríamos arriesgarnos con lugares de los que no teníamos mucha información.

Sobre las dos de la tarde llegamos a Jerash, compramos las entradas y después de un pequeño paseo por tiendas de souvenirs, llegamos a la entrada principal.

Las ruinas de Jerash son un ejemplo de una época gloriosa como fue el imperio romano. Al igual que Ammán, fue una de las 10 ciudades más importantes del imperio romano, llegando a tener 20.000 habitantes.

Nuestro recorrido comentó por el Arco de Adriano, el monumento más importante de la ciudad. Allí aprovechamos para sacar unas fotos, eso sí, esquivando a la gran cantidad de grupos que se agolpaban a comenzar el recorrido.

Tiene 3 arcos y el mayor de ellos mide 13m. La parte superior que corona el arco mayor fue restaurada el siglo pasado.

Nada más cruzar el Arco de Adriano nos encontramos el Hipódromo. Llegando a tener más de 15.000 espectadores, fue uno de los lugares de ocio más importantes de la ciudad. Se encuentra recientemente restaurado.

En el camino desde el Hipódromo hasta el siguiente lugar importante que encontramos que es la Plaza Oval, lo recorremos acompañados de vendedores de bebidas y souvenirs. Fue uno de los pocos días de nuestro viaje a Jordania que notamos un poco de agobio en este sentido.

La Plaza Oval es el punto de referencia de la ciudad. Realmente no se sabe bien cuál era su función, aunque se cree que pudo ser un mercado. Consta de 56 columnas que hacen que la Plaza Oval sea uno de los lugares más bonitos de Jerash.

Desde la Plaza Oval continuamos nuestro camino por la Avenida de las Columnas, también llamada Cardo Maximus. Ésta fue la principal vía de la ciudad y en sus laterales se distribuían las tiendas y casas de la ciudad. Todavía podemos ver algunas marcas de carruajes en sus pavimentos.

Desde allí continuamos al Teatro Sur. Cuenta con una capacidad para 3.000 espectadores y alberga hoy en vía algunos conciertos al aire libre.

Otros lugares importantes y que son de visita obligatoria son el Templo de Artemis o el Teatro Norte, lugares que nosotros vimos mucho más rápido por la falta de luz ya que a las 5.30 ya empezaba a oscurecer.

Cansados de un día largo regresamos hasta la ciudad de Ammán para ver de noche el último lugar del día, la Mezquita del Rey Abjulah I. Su cúpula es preciosa, llena de mosaicos de color azul. Fue construido hace relativamente poco, en los años 90, pero merece la pena verla tanto interior como exteriormente. El precio de la entrada es de 2 JOD y es necesario cubrir los hombres en caso de los hombres y la cabeza con un velo en las mujeres.

Regresamos a la zona del hotel que resultó ser una zona bastante céntrica y animada, donde aprovechamos y probamos por primera vez la comida local. Por 6 JOD los dos cenamos bastante bien, y sobre todo barato.